Estudio detecta los factores urbanos más nocivos para la salud auditiva de los chilenos

Según datos de GAES Chile, desde el transporte público hasta vivir frente a una autopista exceden los niveles de exposición en el Gran Santi...


Según datos de GAES Chile, desde el transporte público hasta vivir frente a una autopista exceden los niveles de exposición en el Gran Santiago y entrega recomendaciones para proteger nuestra audición.

¿Cuántas veces nos hemos quejado del ruido mientras caminamos por la ciudad, usamos el transporte público o incluso cuando estamos en casa? Y es que más allá de la molestia que nos puede causar, su impacto puede ser nocivo para la salud no solo para la salud de nuestros oídos, sino que también para nuestra calidad de vida.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que un 80% de quienes viven en grandes ciudades están expuestos a niveles de ruido superiores a los 55 decibeles recomendados para una buena salud auditiva. Esta situación es preocupante, ya que la exposición continua a altos niveles de ruido puede provocar daños auditivos graduales o incluso permanentes.

En este contexto, GAES Chile, marca de Amplifon y especialista en salud auditiva, realizó un estudio en terreno para identificar los puntos más críticos del Gran Santiago en términos de contaminación acústica. Según las conclusiones de esta investigación, el transporte público, la construcción y las autopistas son los principales focos de exposición perjudiciales para la audición, superando en más de 30 decibeles los niveles permitidos.

"Deberíamos preocuparnos cuando la exposición al ruido sea prolongada. Los niveles que registramos en Santiago, que fluctúan entre 75 y 85 decibeles según el sector, sobrepasan ampliamente los límites seguros definidos por la OMS", señala Víctor Astudillo, fonoaudiólogo de GAES Chile. "A largo plazo, esta exposición puede traer un daño auditivo irreversible si no tomamos medidas de prevención".


El ranking del ruido en el Gran Santiago

El análisis de GAES Chile permitió establecer un ranking de los entornos más ruidosos de la ciudad según el nivel promedio de decibeles registrados:


El transporte público —especialmente en espacios cerrados como vagones de metro y buses— registró los niveles más altos, llegando en algunos casos hasta los 99 dB, muy por sobre los límites considerados seguros. Trabajar en la construcción, en tanto, implica enfrentar diariamente niveles que pueden superar los 95 decibeles, generando un alto riesgo de daño auditivo si no se utilizan protecciones adecuadas. Del mismo modo, vivir cerca de la autopista, estadios o distritos de entretenimiento —zonas donde los niveles de ruido pueden alcanzar los 91 decibeles durante eventos o jornadas de alta actividad— expone a los residentes a una contaminación acústica que, con el tiempo, puede impactar su bienestar auditivo, aumentar el estrés y alterar el sueño. 

Según el estudio, incluso espacios como centros comerciales o servicios de urgencia, donde los niveles de ruido son más moderados pero constantes, contribuyen a una exposición diaria que, sumada a otros factores, puede favorecer el deterioro progresivo de la capacidad auditiva.

"Sobre los 80 decibeles, una exposición diaria prolongada puede producir daño auditivo permanente", advierte Astudillo. "En etapas iniciales, se manifiesta como fatiga auditiva: necesitas subir el volumen del televisor o sientes que los demás 'no hablan claro', pero en realidad es el oído que empieza a fallar".



No es solo molestia: ¿cuándo hablamos de contaminación acústica?

Mientras la percepción del ruido puede variar de persona a persona, la contaminación acústica es un fenómeno objetivo. "La molestia auditiva depende de la sensibilidad de cada uno. Pero cuando el ruido interfiere en la comunicación y afecta a muchas personas a la vez, hablamos de contaminación acústica, que puede generar estrés, fatiga y daños cognitivos", explica el fonoaudiólogo.

De hecho, la OMS identifica la contaminación acústica como un problema de salud pública de gran alcance, ligado a trastornos del sueño, estrés, pérdida de audición y enfermedades cardiovasculares.

Frente a este panorama, los expertos de GAES Chile recomiendan:

●Usar protectores auditivos en trabajos ruidosos o al utilizar transporte público.

●Evitar la exposición prolongada en ambientes ruidosos.

●Controlar el volumen de dispositivos de audio: mientras más alto el volumen, menor debe ser el tiempo de uso.

●Realizar chequeos auditivos anuales como parte del control preventivo de salud.


Además, existen protecciones auditivas especializadas —desde tapones básicos hasta dispositivos con tecnología de reducción de ruido— que permiten mitigar los efectos en ambientes laborales de alta exposición, como la construcción o el tránsito vial.


You Might Also Like

0 comments

Copyright © 2019 by Paullette Hidalgo Mattei. Con tecnología de Blogger.

Instagram