Por: Marcela Siri, Directora Asuntos Corporativos, Engagement & Sostenibilidad en L'Oréal Groupe Chile y Bárbara Etcheberry, Directora ejecutiva y fundadora en Fundación Soymás

La importancia de compatibilizar la vida laboral, personal y familiar, sin duda ha acaparado la atención pública durante el último tiempo, a raíz de la ley de conciliación que comenzó a regir hace menos de un mes en nuestro país.

Se trata de una iniciativa que viene a responder a una demanda especialmente relevante para las mujeres, quienes a lo largo de la historia han asumido en su mayor parte el rol de cuidado de sus familias, tarea no remunerada y muchas veces infravalorada a nivel social, pero que ha sido fundamental para el desarrollo de la economía global.

En este mes, hemos visto numerosos estudios sobre la equidad de género y los factores que inciden directamente en ella: desde la desigualdad salarial, techo de cristal, educación y la responsabilidad de los cuidados del grupo familiar, hasta barreras legales y diferencias en las oportunidades económicas que impiden cerrar esta brecha.

Claudia Goldin, ganadora del premio nobel de economía, intentó analizar por qué aún se dan estas diferencias. Según Goldin, es precisamente la educación la que ha permitido que las mujeres ingresen a la fuerza laboral. Sin embargo, lo que queda al debe culturalmente, es la valoración del trabajo doméstico no remunerado que realizan de manera paralela, una especie de economía invisible que es clave pero que pasa desapercibida respecto a su valor real, el que sería superior al 40% del PIB en algunos países según estimaciones conservadoras entregadas por la ONU.

Avanzar en empoderar económicamente a las mujeres es esencial. Ejemplo de ello es el programa “Belleza por un Futuro” de L’Oréal, el cual gracias al apoyo de la Fundación Soymás, capacita a madres jóvenes en oficios de peluquería, al mismo tiempo que las apoya en el cuidado de sus hijos e hijas durante la jornada académica, para que puedan terminar sus estudios y así incorporarse al mundo laboral, independizarse financieramente y decidir su futuro.

Al reconocer y apoyar el potencial de las mujeres, cimentamos el camino para enfrentar los desafíos que nos depara el futuro a nivel global, desde una mirada inclusiva y sostenible que valora a cada uno de los integrantes de la sociedad realmente por igual, con los mismos derechos y responsabilidades.